River se quedó con el clásico y su cuarta Libertadores

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La novela llegó a su fin, el actual monarca de América es “Millonario”. Muchas idas y vueltas, que sí, que no se jugaba. Los de la Boca, buscando avalarse al reglamento, intentaron quedarse con la ansiada Copa, utilizando al mal llamado “escritorio” pero Conmebol desestimó y estaba decidida a que el juego se definía en el rectángulo. De Argentina a Madrid, con el acuerdo entre, UEFA, FIFA y la misma Confederación Sudamericana de Fútbol, finalmente el campeón saldría del continente Europeo.

Con un escenario repleto, River y Boca definieron el titulo en el Santiago Bernabéu, algo inusual en esta competencia. Fue una fiesta, miles de fanáticos del fútbol asistieron como también grandes estrellas del balompié, el caso de Lionel Messi, el francés Antoine Griezmann, este último vistió la camiseta de Boca durante el partido en uno de los palcos, mostrando su fanatismo al xeneinze, entre otras llamadas figuras.

El transcurso del primer tiempo fue bastante parejo, con un River inconexo, Boca se mostró en los primeros minutos con más holgura, pero poco fútbol, mucho despliegue de Pablo Pérez y Nahitan Nandez.  Antes del cierre de la primera mitad, el marcador logró quebrarse, tras una salida rápida y lapidaria de contra, y vestido del mejor asistidor, Nandez, logra meter un pase con ventaja a Darío Benedetto, que dejó pagando, tras enganchar el balón, y fuera de acción al defensor Jonatan Maidana, y con el mano a mano ante Armani, definió al palo izquierdo del golero, marcando el 1-0 para el xeneinze, que se fue con la ventaja a favor al cierre del primer lapso.

River, inició mucho mejor en el segundo tiempo, con mas rapidez y mejor semblanza, logró inquietar en ciertas ocasiones a Esteban Andrada, que veía como a los 68 minutos, Lucas Pratto, marcaba con el arco casi en blanco el empate tras buena triangulación por el costado derecho. El “Millo” terminó mucho mejor pero no logró marcar el segundo tanto. En el contexto final, en los 90, se vio un compromiso casi parejo. Antes de cerrarse, Wilmar Barrios fue amonestado, ya tenía amarilla y el árbitro Cunha, le mostró la roja.

Se recurrió a los 30 minutos de prórroga, mermado por los problemas físicos, el equipo de los Schelotto, parecía un hospital, sumando la expulsión de Barrios. River sacó provecho del estado rival, y fue muy superior, Gallardo, fue fino con sus cambios, y lo introdujo al colombiano Juan Fernando Quintero, que dio mas vida al grupo, más verticalidad, y proyección.

Justamente, Quintero marcó el segundo tanto tras un remate magistral desde fuera del área, que dejó sin chances al arquero rival, marcando el 2-1, a los 109´.

Con el rival en busca del empate, llegó el lapidario y ultimo gol del encuentro, obra de Gonzalo Martínez, que con el arco en blanco, traslado el balón desde mitad de cancha y culminó la acción con un toque leve para marcar el 3-1.

La histórica final se disputó ante 62.000 aficionados, en una capacidad para 81.000.