El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, presentó este miércoles su segundo informe de gestión anual al Congreso Nacional destacando la serie de acciones que se han desplegado en los últimos meses y que posicionan favorablemente al Paraguay, en el contexto regional, en la lucha contra la pandemia de covid-19.
El mandatario señaló en un primer momento que el Paraguay venía experimentando un crecimiento económico sostenido hasta febrero de este año, a partir de la implementación de las medidas anticíclicas que anunció en su informe al Congreso el año pasado. Sin embargo afirmó que «la pandemia sacudió al mundo entero», y también al Paraguay.
En ese sentido resaltó que ante la llegada del coronavirus en Paraguay, el Gobierno Nacional desplegó una serie de medidas económicas, sociales y sanitarias, para hacer frente a la pandemia. La exitosa estrategia posicionó al país a nivel internacional, no solo por el manejo del virus sino también porque concentra el menor número de infectados y víctimas, en comparación a los demás países de la región.
Al respecto, el jefe de Estado recordó que Paraguay fue el primer país de la región en declararse en cuarentena tras la confirmación de su segundo caso, el 10 de marzo pasado, y a partir de allí se estableció un seguimiento estricto al protocolo sanitario que el Gobierno Nacional desarrolló en conjunto con los ministerios.
«El 10 de marzo fue un día histórico, se tomó una decisión política fundamental, con dos casos confirmados, se establecieron medidas drásticas para mitigar la propagación de covid-19», resaltó el mandatario. Destacó que así Paraguay fue «el primer país de Sudamérica en tomar decisiones de esta magnitud», poniendo «en primer lugar la vida de cada paraguayo».
En ese momento, Paraguay implementó el aislamiento social, la suspensión de clases y de eventos públicos y privados de concurrencia masiva, además de la circulación de las personas y se ordenó el cierre de fronteras, dando inicio a una cuarentena sanitaria obligatoria que incluyó un protocolo especial para todos los interesados en retornar al país.
“Con estas medidas inmediatas, Paraguay logró aplanar la curva y se posicionó hasta hoy entre los países con menor cantidad de casos positivos y de fallecimientos por coronavirus en la región”, resaltó el presidente.
Igualmente recordó las medidas para el fortalecimiento del sistema de salud, entre los que mencionó la dotación a los centros sanitarios al país de insumos y equipamientos y la construcción de dos hospitales de contingencia, en Asunción e Itauguá, al tiempo de contratar a más de 2.317 profesionales de blanco. «En 25 días se completó la construcción de dos hospitales de contingencia, en dos meses se sumaron 111 nuevas camas de terapia intensiva pasando a un total de 315», dijo el presidente mencionando el fortalecimiento de hospitales en varios departamentos.
Respecto a los testeos para detectar casos de covid-19, Paraguay pasó de tener una capacidad de toma y análisis diario de 30 muestras a más de 1.800, mediante un aumento progresivo con la incorporación del Laboratorio de Bioseguridad de Senacsa, el Laboratorio de Biología Molecular, y otros cinco laboratorios privados previamente certificados.
Así también, la cartera sanitaria distribuyó 7 millones de equipos de protección para todos los funcionarios de blanco que trabajan en diferentes hospitales del país, entre los que se encuentran batas, gorros, guantes, protectores oculares, tapabocas, cubrecalzados, entre otros.
Por otro lado, el presidente resaltó la importancia de la implementación del sistema de albergues para el retorno del extranjero de connacionales en situación de vulnerabilidad e indicó que hasta la fecha más de 9.000 retornados pasaron por estos albergues, garantizando tanto el derecho de los mismos a volver al país como el derecho a la salud que tiene la comunidad local. Abdo reconoció «el importante papel cumplido» por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, y funcionarios de Migraciones, en esta tarea.
En cuanto a la economía, el presidente recordó que Paraguay fue uno de los primeros países de la región en solicitar recursos para garantizar financiamiento a la lucha contra la pandemia, e informó que el Gobierno creó uno de los tres paquetes económicos más grandes de la región, entre los países en vías de desarrollo, alcanzando el 10.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En ese contexto, el mandatario agradeció al Congreso «por la diligencia y responsabilidad» al aprobar los recursos proporcionados por la ley de Emergencia Nacional y detalló el nivel de ejecución de cada uno de sus componentes.
Utilización de recursos aprobados por el Congreso
En su informe, el titular del Poder Ejecutivo detalló la utilización de los 1.600 millones de dólares aprobados mediante ley por el Congreso Nacioanal, indicando el nivel de ejecución por institución y por programa implmentado. La mayoría de los componentes reflejan un alto porcentaje de ejecución y el balance total demuestra que se han utilizado más de 1.200 millones de dólares de estos recursos.
«Los recursos están siendo usados en un 100% para los objetivos para los cuales fueron aprobados», dijo el presidente al tiempo de indicar que buscarán desde el gobierno mejorar la ejecución de los recursos asignados al Ministerio Salud Pública.
En cuanto a los programas de apoyo para proteger a los trabajadores y asistir a las poblaciones más vulnerables, dando un respaldo al sistema económico durante la cuarentena sanitaria, el presidente recordó el positivo impacto de acciones como Pytyvõ y Ñangareko.
Cabe señalar que hasta el momento, de los 1.600 millones de dólares que contempla la referida ley fueron asignados y transferidos 1.103 millones de dólares. De este total, 61 millones de dólares fueron destinados a la capitalización de pequeñas y medianas empresas, 26 millones de dólares para el programa Ñangareko, 59 millones de dólares para pagar jubilaciones/cajas deficitarias que requieren de los impuestos, 82 millones de dólares para programas Adultos Mayores y Tekoporã, y 77 millones de dólares para el pago de deuda pública.
Así también se ejecutaron 99 millones de dólares disponibles para el Ministerio de Salud Pública, 100 millones de dólares para el pago de subsidio a trabajadores por parte del Instituto de Previsión Social, 299 millones de dólares salarios para médicos, docentes, fuerzas públicas y 300 millones de dólares para el programa Pytyvõ.
En esa misma línea, el Banco Nacional de Fomento (BNF), el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) y el Fondo de Garantía de mipymes (Fogapy), fueron las instituciones financieras públicas que han habilitado líneas de créditos para el sector productivo, comercial y de servicios.
El informe también menciona que 77.000 trabajadores salieron del estado de suspensión del contrato laboral con el avance en las fases de la cuarentena inteligente. En ese sentido, fueron impulsaron políticas laborales basadas en cuatro ejes: sostenimiento del empleo, salud y seguridad ocupacional, reconversión laboral para la reactivación del empleo y seguridad social. Además se atendieron denuncias y se gestionaron, junto con el Ministerio de Hacienda e IPS, los subsidios otorgados a los trabajadores informales y formales, respectivamente.
En otro apartado se hace énfasis en la exoneración de servicios básicos durante la emergencia. La Essap eximió del pago de facturas a hogares con un consumo menor de G. 50.000 entre marzo y mayo, y canceló los cortes por falta de pago, beneficiando a 114.807 clientes. Mientras que la ANDE exoneró el 100 por ciento del pago de facturas por consumo mensual entre 0 a 500 kWh.
Finalmente, las binacionales tanto Itaipu como Yacyretá también contribuyeron con la política sanitaria del Gobierno, reflejados en los depósitos millonarios que realizaron a la cuenta del Tesoro Nacional en concepto de aporte voluntario de funcionarios de la institución, para hacer frente a la lucha contra el coronavirus.
Fuente: IP