La doctora Nélida Minck de la Dirección de Salud Mental de la cartera sanitaria, durante su visita a los estudios de Radio Nacional, aseveró que los más afectados por la pandemia son los niños y adolescentes por la situación de encierro durante la cuarentena y que les impidió socializar con sus pares como estaban acostumbrados antes de la COVID-19 en sus escuelas y colegios, ya que solo tenían clases virtuales.
“Estuvieron en aislamiento, el impacto es en cuanto a la salud mental, están más aislados, más vulnerables a que la tristeza se ponga patológica, siempre en la adolescencia es complicado el manejo de pantallas con los chicos, la sugerencia siempre es apuntar a restringir, pero con la pandemia, nos vimos obligados a decirles: siéntense frente a una pantalla varias horas”.
Explicó que por esa exposición excesiva a las computadoras o celulares desde el inicio de la cuarentena, la niñez y la adolescencia se volvió más sendentaria, así como más proclives a la tristeza y a la preocupación por la incertidumbre que sentían para el retorno a clases.
Comentó que los jóvenes vieron a sus compañeros al finalizar el curso, varios se reencontraron durante el último año cuando el Gobierno decidió el retorno a clases de los alumnos del tercero de la media. Señaló que para retomar las clases presenciales se pensó en los niños y adolescentes, además de la situación sanitaria favorables.
Expresó que costó bastante para los más pequeños, ya que, por la abundante información, tenían miedo de volver a clases, pero se les aclaró que podían ir a sus instituciones educativas para socializar con sus pares, pero cumpliendo con las medidas sanitarias.