La vacuna de la firma estadounidense Pfizer podría comenzar a ser aplicada en México a mediados de diciembre, si recibe luz verde del ente regulador, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, según el proyecto de planeación para distribuir las dosis en el país, informó el canciller Marcelo Ebrad en conferencia de prensa.
«Es inminente que si todo esto sale como hemos dicho y la autoridad regulatoria [Cofepris] considera que se puede aprobar, como esperamos se apruebe en Estados Unidos y Europa, México estará en diciembre iniciando su proceso» de vacunación, dijo el jefe de la diplomacia mexicana.
Pfizer se convirtió el 22 de noviembre en la primera empresa en presentar una solicitud de emergencia ante la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) para comenzar la vacunación contra el nuevo coronavirus en ese país a más tardar el 12 de diciembre.
El laboratorio presentará el 25 de noviembre el expediente técnico de su vacuna ante la Cofepris de México, que comenzará a evaluar el producto biológico, el entrenamiento para aplicarla, las recomendaciones para la vacunación, y los manuales de aplicación.
Ebrard dijo que las dosis podrían llegar al país en un periodo de cinco días hábiles, procedentes de una fábrica ubicada en Europa, y tras su llegada a la aduana comenzarían a enviarse las dosis a los puntos de vacunación establecidos por las autoridades sanitaria.
La vacuna de Pfizer contra el nuevo patógeno debe estar almacenada a una temperatura de menos 70 grados centígrados.
El portafolio de México incluye «proyectos de vacunas de alta efectividad», con dos vías para tener acceso a las mismas.
Una vía es la multilateral a través de Covax, el mecanismo acordado en el marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la otra son acuerdos con diferentes firmas farmacéuticas que avanzan en su última fase de verificación.
Vacunas en fase tres
Respecto al avance de los estudios clínicos fase tres, es la última etapa «para determinar por parte de las autoridades regulatorias si una vacuna funciona o no funciona, si es segura o no es segura», explicó Ebrard.
Además de Pfizer de EEUU, el Gobierno de México firmó contratos de precompra con dos compañías más, la china CanSino y la británica AstraZeneca.
Este segundo proyecto desarrollado por la Universidad de Oxford, Gran Bretaña, cuenta con el apoyo de la fundación del magnate mexicano Carlos Slim, que firmó un convenio con las autoridades de su país y de Argentina para producir y distribuirla en América Latina, excepto Brasil, que tiene una acuerdo propio.
La producción de la vacuna británica no tiene fines de lucro, las pruebas clínicas se han realizado en Japón, Rusia, EEUU y Reino Unido.
«El antígeno de esta vacuna [Astra-Zeneca] está siendo producido en Argentina, y ya está listo el equipo mexicano para recibir y hacer posible que tengamos esta vacuna en tiempo y forma», detalla el informe oficial.
En el caso de CanSino, «también hay fase tres en México en este momento, y en el caso de AstraZeneca estamos avanzando para la producción y distribución, desde México, a toda América Latina», ratificó Ebrad.
«CanSino está por decidir con qué empresa mexicana va a hacer el envasado, y les puedo informar que los ensayos en Arabia Saudita, Rusia y Pakistán están en curso también», dijo el canciller.
Acerca de la vacuna Janssen de EEUU «esperamos que esta semana lleguen las primeras dosis y en cuanto autorice Cofepris ya se pueda iniciar este estudio de fase tres».
Janssen es una empresa vinculada a Jhonsson and Jhonsson, de origen estadounidense.
Novavax de EEUU, ya presentó sus primeros documentos al ente regulador y Curevac de Alemania ya dijo que tiene interés en hacer un estudio clínico en México, con lo cual en las próximas semanas, habría cuatro estudios fase tres en este país, dijo Ebrard.
La Cofepris autorizó ocho centros adicionales para realizar ensayos clínico, con lo cual suman 19 los centros autorizados y serán 20 en total.