MONTEVIDEO, — La primera edición virtual del argentino festival Cosquín Rock tuvo en sus dos días más de 170.000 conexiones a lo largo del continente, apenas 40.000 asistentes menos que la última versión física, y una jornada con problemas técnicos que obligó a reprogramar shows.
«El sábado tuvimos 86.000 asistentes y el domingo 81.000», precisó a Sputnik la organización.
El festival, con 20 años de trayectoria en la escena argentina, y realizado en la ciudad homónima de la provincia de Córdoba (centro), transformó su formato para que «la industria se reactive, aunque «solamente con el streaming es inviable comercialmente que funcione una industria que tiene 500.000 puestos de trabajo directa e indirectamente», dijo a esta agencia el creador del festival, José Palazzo.
Desde la organización manifestaron total felicidad, aunque reconocieron problemas con técnicos con la conexión en uno de los escenarios, el de la radio Vorterix, que obligó a la reprogramación de los shows de las tres bandas argentinas Attaque 77, Los Tipitos y Animal.
«Para ser una primera edición con todo lo que se dio el balance es súper positivo y por algunos inconvenientes técnicos se programaron estas tres bandas de ayer (por el sábado) para que el público pueda disfrutar sus conciertos completos», manifestaron.
Desafío
La versión digital sugirió un desafío para artistas y bandas acostumbradas al calor de un público del que siempre se distinguió su efervescencia y que ahora está ausente o, en realidad, cámara mediante.
Se vieron respuestas dispares a lo largo de los shows de las más de 70 agrupaciones de 10 países que se presentaron en cuatro escenarios y/o que grabaron sus conciertos.
Insultos al coronavirus, agradecimientos por volver a tocar y viejos tics del toque en vivo como ofrecer el micrófono para que cante el público (ahora inexistente), fueron algunas de las reacciones más repetidas.
El que se saltó de la norma el sábado por la noche fue el exlíder de la banda argentina Los Piojos que, con su banda actual Los Persas, rompieron el espacio teatral y lo extendieron a la pista, allí donde siempre estaba el público, dónde corrieron, se disfrazaron y bailaron libremente.
El mismo público que ahora está detrás de una pantalla.
De Uruguay se presentaron Agarrate Catalina, 4 pesos de propina, Loli Molina y Julieta Rada.
Fiesta Cuetillo y Matamba de Bolivia; Izal y Miss Cafeína de España; Guardarraya de Ecuador; Monsieur Periné de Colombia; Molotov y Ximena Saiñana de México; Aviadores del Chaco y Kchiporros de Paraguay; y Cami de Chile, fueron las otras presencias iberoamericanas.