El comandante en jefe de la Fuerzas Aérea de Chile (FACh), Arturo Merino, informó este jueves que descartan encontrar supervivientes en el accidente del avión militar siniestrado el lunes camino a la Antártida con 38 personas a bordo.
Después de encontrar en la víspera los primeros restos materiales de la aeronave, el general de la FACh confirmó que la búsqueda llevó a dar también con restos humanos, a los que todavía es necesario realizar peritajes forenses para confirmar que se trata de los pasajeros.
Sin embargo, «las condiciones» en las que se han hallado los restos humanos en el mar de Drake, entre Chile y el continente helado y cuyas aguas están consideradas unas de las más turbulentas del planeta, llevaron a las autoridades a concluir que es «prácticamente imposible que existan sobrevivientes a este accidente aéreo», agregó Merino.
«Junto a las partes del avión que se siguen encontrando hasta ahora se han hallado restos de seres humanos, los que muy probablemente sean partes de quienes viajan en el avión C-130 siniestrado», afirmó Merino. En ese sentido, destacó que si se siguen encontrando restos, materiales o humanos, la búsqueda seguirá extendiéndose, a pesar de que el plazo regulado es de seis días (hoy es el cuarto día) ampliable a un total de 10.
Los primeros restos de la aeronave los encontró este miércoles el buque El Almirante Maximiano de la Armada de Brasil, que ayuda en las tareas desde el primer momento, y desde ese momento el rastreo se concentró en esa zona, donde se hallaron desde ese momento el resto de evidencias del accidente.
Desde la FACh informaron de que la zona donde se está buscando actualmente es un área de 4.000 metros de profundidad y ya se han conseguido recuperar elementos del avión, como una rueda del tren de aterrizaje, elementos del sistema de combustible o materiales del interior del aparato, un Hércules C-130. Entre los enseres personales encontrados hay dos bolsos, una mochila y un zapato.
El Hércules C-130 despegó el lunes a las 16.55 hora local (19.55 GMT) de la base militar de Chabunco, en Punta Arenas, y perdió el contacto cuando le quedaban cerca de una hora y 500 kilómetros para aterrizar en la base Presidente Eduardo Frei Montalva, una de las más importantes del continente helado.
A bordo de la aeronave viajaban 38 personas: 32 militares de las FACh, tres miembros del Ejército y tres civiles, de los cuales dos eran trabajadores de la empresa de ingeniería Inproser y otro era estudiante de la Universidad de Magallanes.
El accidente es la peor tragedia aérea en el país desde 2011, cuando cayó al mar un avión con 21 personas que se dirigía al archipiélago Juan Fernández, a unos 670 kilómetros de la costa chilena, cargado de ayuda humanitaria para su reconstrucción tras el terremoto de magnitud 8,8 de 2010.
Fuente: EFE