Kuazar presentó al público Hybrid Power en un show demoledor

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La banda de thrash metal de Ciudad del Este, Kuazar en un show demoledor donde fusionaron las energías con las adrenalinas, más aún en un espacio donde la acústica y la proximidad entre el público y el trío, fue el amigo de la jornada sabatina, que se inició con el excelente ambiente en las afueras con la feria y la música ambiental.

Hybrid Power, mostró al público, no solo el mensaje que recogía las huellas de lo acontecido en la guerra grande, o la problemática de la salud mental, sino más el espíritu de la banda que no se apagó, con aquella aparición del Kurijú, sino más bien siguió encendida, como aquella vela en el antiguo Egipto que no debía apagarse, por lo que los infantes tenía la misión y la obligación que ocurriera tal cosa.

Kuazar, en más de una hora y media, presentó su último trabajo discográfico, en un lugar donde el sonido perfecto, la acústica, la cercanía con el headbanger, hizo de la noche, la transmisión del poder híbrido.

En lo que respecta a la escenografía, estuvo acorde a los conciertos de primer nivel, ya que las leds en el escenario y las imágenes que se montaron durante algunos temas, para mostrar el videoclip, como fue el caso de la canción Machete Che Pope (que calzó al público hasta el delirio, por la fuerza y la magnitud de las letras, que se puede decir es una especie de imán para el que lo escucha y ni que decir, al que lo interpreta).

La primera parte del show, contó con el siguiente repertorio y unos músicos bien concentrados, pero con el gusto de tocar la música que les llega, por lo que la transmisión al público fue al instante. La platea no paró de corear, mover la cabeza, aplaudir, gritar y hasta pedir varias veces un tema específico.

Obscure And Violent, Hybrid Power, Twenty Days In Hell, Future Necrópolis, Silence y There For Me, como primera selección para luego con la adrenalina a tope, los siguientes temas fueron Kurijú, The World Is Destroying Itself y Machete Che Pope.

A esa altura del show, el trío dominó no solo la instrumentación, que a leguas se notaba la virtuosidad, sino también el ambiente porque el público no paró de entregarse a Kuazar.

Esa entrega mutua, fue ayudada por el perfecto sonido, la buena escenografía, la acústica del recinto y por sobre todo la pasión thasher que inundó la sala desde la intro y hasta los covers que vinieron al final de la jornada, Walk de Pantera y Iron Man de Black Sabbath.

Kuazar, integrada por Josema González (voz y guitarra), Ratty González (batería) y Marcelo Saracho (coros y bajo), retornó para quedarse en la escena fue el mensaje durante el recorrido de más de una hora y media de concierto. La próxima parada será San Bernardino, en el festival Reciclarte, a finales de septiembre.

En la previa, subieron a las tablas, Durbuk como Bzide (liderada por la cantante Ross Hermosa) agrupaciones que se encuentran activas y reconocidas en la escena asuncena del metal.