El segundo concierto de la banda paraguaya Kieng Creemkeson?, tributo a la agrupación de rock progresivo King Crimson, se presenta este viernes 13 de diciembre en su segundo concierto en el Espacio Hansen, sito en Concordia 1030 casi Brasilia del barrio Jara, a partir de las 22:00 horas.
La organización invita a los seguidores del citado género y en especial al público que gusta de la mencionada agrupación de rock progresivo, que el ingreso al show tendrá un costo de Gs. 30.000.
Kieng Creemkeson? el 31 de octubre pasado se presentó por primera vez en sociedad, ante una buena asistencia, quienes quedaron satisfechos con el concierto, porque los integrantes de la banda, sincronizaron de manera puntillosa cada detalle para que el tributo sea lo más parecido a King Crimson.
Aquella noche se fusionó entre el virtuosismo, el aire de progresismo de los presentes, algunos que otros curiosos, pero en líneas generales se sintió la adrenalina en cada uno de los presentes.
Las canciones presentadas, fue propicia para que cada integrante del grupo se luzca en su espacio -tiempo y momento en dar el solo, que siempre fue respondido con una aclamación de los presentes.
El calor húmedo de la noche no fue impedimento, para que se cree la atmósfera adecuada para un show de éste menester, porque el adorno estuvo acorde a lo que se vivió.
Epitaph, fue el punto de fusión de la noche, porque nació en los minutos en que se entonaba aquel himno sinfónico, un momento en que más de uno quedó con la piel erizada por la sintonía de la música. Se trató del penúltimo tema, que amortiguó el tiempo para que no se deje nada en el tintero, sino que la sensación de continuar escuchando aumente con la ansiedad que solo la música puede crear.
Kieng Creemkeson? presentó en aquella noche del 31 de octubre las siguientes canciones de King Crimson: Dangerous Curves, One more red nightmare, Exiles, Inner garden I, Three of a perfect pair, Matte Kudasai, Book of saturday.
También se entonó, Larks tongues in Aspic II, Inner garden II, One Time, Fallen angel, Epitaph y Starless.
El peso del debut fue más que satisfactorio, que constó en la mayoría de los rostros de los presentes, quienes destacaron la prolijidad de los músicos, tanto en el tiempo, espacio y en las notas.
La banda nació, primero porque todos son fans de King Crimson y segundo ante la necesidad de tocar rock sinfónico de la talla de clase A y de esta manera iniciar un camino que puede llegar a germinar y mutar en otras iniciativas para que el género tenga de la mano de las agrupaciones paraguayas, su lugar en el underground.
Julio Ramón Dávalos Acuña