En comunicación con Radio Nacional, Gabriel Espínola, dirigente de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP – Auténtica) retorno a clases presenciales, los cuales como organización, apuestan a la presencialidad como «elemento más seguro y más sólido para proyectar a que los aprendizajes sean significativos, ya que en Paraguay existe cierta debilidad en términos de conectividad y falta de elementos tecnológicos». Desde el gremio, creen que, con la inmunización masiva a los docentes, con las dos dosis, ya se podrá pensar en un regreso progresivo de manera segura a las aulas.
Asimismo, señaló que en la zona con menos contagios se puede afianzar la presencialidad y desde allí avanzar, según el mapa epidemiológico. Según Espínola, si la mayoría de la población y de los estudiantes se inmunizan en el presente año, en el 2022 se podrá pensar con la «absoluta seriedad y la confianza de una vuelta plena al nuevo regreso del sistema educativo público».
Refirió que las dos instituciones: Ministerio de Educación y Ciencias junto con el Ministerio de Tecnologías de la Información, deben ahondar en esfuerzos para que en las zonas rurales, urbanas y suburbanas la solidez de la conectividad tenga que ser tal para aprovechar los elementos tecnológicos y desde el desarrollo educativo para el aprendizaje con los mismos, sino con la alimentación escolar, que no tiene que ver con la instalación de elementos tecnológicos, sino con la eliminación de la corrupción y priorizar el interés del niño por sobre todo, no priorizar tiempos electorales o coyunturas electorales.
Recordó que el Departamento de San Pedro aún no distribuye la alimentación escolar, Caazapá lo distribuyó en la última semana antes del receso. «Esto ya no puede suceder en la nueva normalidad».
Apuntó, que, desde la Unidad de Salud Familiar, se debe inmunizar a los miembros de las comunidades en las zonas rurales y en las lejanas (docentes, jóvenes y la población en general con o sin enfermedad de base).