LONDRES, — El excónsul de Ecuador en Londres, Fidel Narváez, celebró el freno echado a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos en la «inesperada» sentencia del tribunal de primera instancia británico, según declaró a Sputnik.
«Es una victoria. La extradición se ha detenido, y eso hay que celebrarlo, aunque las causas deberían haber sido más contundentes», admitió el diplomático que facilitó al fundador de WikiLeaks refugio en la legación ecuatoriana en 2012.
Stella Moris, pareja de Assange, reconoció la «victoria de Julian» como «un primer paso» hacia la obtención de «justicia en esta causa».
«Creí que hoy sería el día en que Julian regresaría a casa. No lo es, pero ese día llegará pronto y entonces lo celebraremos», declaró ante la masa de simpatizantes y medios de comunicación que se concentraron frente al juzgado del Old Bailey entre una fuerte presencia policial.
La magistrada Vanessa Baraitser justificó su rechazo de la reclamación estadounidense en la frágil salud mental del profesional australiano que, según admitió, corre riesgo de quitarse la vida.
El miércoles 6 tendrá la oportunidad de dejarle en libertad provisional, bajo fianza u otras condiciones, en una vista adicional que tendrá lugar en la Corte de Magistrados de Westminster, que gestiona esta etapa inicial del procedimiento.
«Claramente debe concederle la libertad cautelar. No hacerlo sería vergonzoso para el sistema británico y sería contradictorio a lo que ella dictó hoy [el 4 de enero]», defendió Narváez.
Assange lleva detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el sureste de la capital británica, desde que fue expulsado de la embajada de Ecuador en abril de 2019.
Las precarias condiciones del penal, que se han agravado con las restricciones generales para prevenir el avance de la pandemia, hicieron casi imposible la preparación del caso, según la queja constante de su equipo legal.
«Debe retomar su libertad y defenderse en libertad», urgió el diplomático y asesor ecuatoriano.
Los representantes legales del Gobierno estadounidense han indicado su intentó de apelar la decisión del tribunal de primera instancia, que echó por tierra los argumentos de la defensa sobre la naturaleza política del proceso y el ataque que supone para la libertad de prensa y los derechos humanos.
«No es una victoria total porque el caso político no se ha revertido y, si no fuera por los motivos de salud, Julian estaría extraditado», apunta el ecuatoriano en declaraciones a Sputnik.
El entorno de Assange coincide en que la partida no está ganada todavía y que el periodismo de investigación sobre cuestiones de seguridad sigue en peligro.
En la lectura de los puntos esenciales de su sentencia, Baraitser concluyó que las acciones que avalan el auto de acusación contra Assange «constituyen delito» bajo la legislación británica.