¿Es posible detectar la COVID-19 en el aliento?

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Un nuevo dispositivo similar a un alcoholímetro podría identificar en cuestión de minutos, a través de algoritmos, si una persona porta el virus.

A pesar de los avances en las campañas de vacunación en todo el mundo, las variantes y el aumento de los casos de coronavirus dan a entender que la pandemia está lejos de terminar, por lo que cada vez es más importante contar con nuevos métodos efectivos para diagnosticar a tiempo la enfermedad.

Es por esto que un grupo de desarrolladores en Finlandia ha trabajado meses para crear un dispositivo no invasivo que permita identificar en menos de dos minutos si una persona está o no infectada con la mortal enfermedad mediante el aliento.

El resultado final después de meses de investigaciones fue un pequeño aparato que se puede conectar a un celular con conexión a internet que arroja en uno o dos minutos los resultados basados en algoritmos de inteligencia artificial.

Es un analizador no invasivo, a diferencia de otros métodos como la prueba PCR o la de antígenos, al funcionar de una manera similar a la de un alcoholímetro, por medio de la exhalación para recibir una respuesta.

“En la exhalación se encuentran unos compuestos orgánicos volátiles (VOC) que son producto de diferentes moléculas de compuestos que se desarrollan en el metabolismo normal de una persona, y allí se encuentra la información que es capaz de traducirse en si la persona tiene o no tiene en ese momento el virus”, explicó a la Agencia Anadolu la doctora Diana Guerrero del equipo de Annar Health Technologies, el proveedor que busca traer este analizador a Colombia.

Guerrero mencionó que el dispositivo cuenta con nanosensores que forman una ‘nariz’ que puede captar los compuestos que mediante un algoritmo se convierten en una respuesta de si el paciente es positivo o negativo.

Para Guerrero, la importancia de este analizador recae en la rapidez, pues el aparato es capaz de identificar el virus incluso unas pocas horas después de que ha ingresado en el individuo.

“Eso nos permite hacer un aislamiento mayor del que estamos haciendo hoy en día. Actualmente, para las pruebas moleculares se requiere el paso de días para que realmente pueda ser detectado. En ese tiempo, la persona sigue teniendo una vida relativamente normal con su núcleo familiar o con sus grupos de amigos, por lo que continúa la propagación del virus”, menciona.

“También va a poder trabajar y testear poblaciones grandes por ejemplo en el transporte público, el transporte aéreo, las empresas de logística, los eventos y las escuelas que son precisamente en donde se encuentran los grupos donde en muchas ocasiones no se respetan los espacios entre uno y otro”, destacó Guerrero.

En este punto, el dispositivo se encuentra en pruebas finales ante entes regulatorios, “algo similar a las pruebas de fase tres para las vacunas”, explicó Guerrero, para que en poco tiempo el analizador pueda llegar a manos de las personas.

Una creciente preocupación entre las personas y las autoridades sanitarias son el aumento de las variantes, que tienen diferentes comportamientos en el ser humano y su respuesta inmunológica. En los métodos de detección conocidos, la mutación se debe aislar, hacer la secuenciación, incorporarla al producto o hacer una mejora en términos de sensibilidad.

“Como este dispositivo trabaja a nivel de algoritmos, el algoritmo está aprendiendo constantemente y hace que no importe la cantidad de variantes que vayan surgiendo simplemente las va leyendo, las aprende y las va sumando a su algoritmo diagnóstico”, explicó Guerrero.

Los métodos para detectar la COVID-19

Hasta el momento, se conocen tres métodos de detección de la enfermedad ampliamente usados en el mundo: el test PCR, de antígenos y de anticuerpos.

Las PCR, que en inglés significan “Reacción en Cadena de la Polimersa”, siguen fragmentos del material genético para detectar el ARN del virus.

En este método, el profesional de la salud que imparte la prueba introduce un largo hisopo por una o a veces las dos cavidades de la nariz de manera profunda y las muestras son llevadas al laboratorio para buscar las moléculas del ARN del virus. Si estas no se encuentran, el resultado será negativo.

Desde el inicio de la pandemia, este ha sido considerado el método más efectivo para diagnosticar la enfermedad.

Después se encuentra el test de antígenos que también funciona con hisopos introducidos por las cavidades nasales pero que, en vez de detectar el material genético, busca ciertas proteínas que tiene el virus en la superficie.

Estas no son tan sensibles como las pruebas PCR, por lo que el nivel de efectividad es menor y varía de acuerdo con los días que hayan transcurrido desde la presunta infección. “Estas pruebas funcionan mejor cuando hay más virus circulando en la comunidad y cuando las muestras se toman de un sujeto que se encuentra en la fase más infecciosa de la enfermedad”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web.

Por su parte, las pruebas de anticuerpos “detectan los anticuerpos que se han generado en respuesta a una infección”, según la OMS. Estas se realizan a partir de una muestra de sangre.

“En la mayoría de las personas, los anticuerpos empiezan a desarrollarse al cabo de días o semanas, y pueden indicar si una persona ha estado infectada en el pasado”, agrega el organismo mundial. Este método no es recomendable para detectar el virus durante los primeros días del contagio.

A principios de este año, las autoridades sanitarias chinas han empezado a implementar cada vez más un método, según ellos, más fiable para detectar el coronavirus: un test rectal.

Por un hisopo rectal, se toma una muestra para identificar restos de coronavirus en el tracto intestinal. Las autoridades asiáticas afirman que este es un método eficaz en vista de que los rastros de la COVID-19 permanecen más tiempo en el tracto gastrointestinal que en el respiratorio.

Fuente: Agencia de noticias Anadolu.