¿Cómo Turquía ayudó a formar el liderazgo de Mahatma Gandhi, ícono de la libertad que fue asesinado hace 73 años?

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En el marco del aniversario del asesinato de Mahatma Gandhi, los académicos recuerdan su apoyo a la guerra de la Independencia de Turquía.

Mientras el mundo conmemora el 73º aniversario del asesinato del icono de la libertad india, Mahatma Gandhi, varios expertos recuerdan que fue gracias a los acontecimientos que se desarrollaron en Turquía, hace un siglo, lo que en realidad ayudó y dio forma a su liderazgo en la India.

Poco después de regresar a la India desde Sudáfrica en 1915, la Guerra de los Balcanes y los intentos de las potencias coloniales de desmembrar Turquía tras la Primera Guerra Mundial llevaron a Gandhi a lanzar su famoso movimiento de no cooperación contra el gobierno británico.

Según el autor R. K. Sinha, el programa de no cooperación de Gandhi se adoptó en la reunión del Comité Khilafat en Mumbai, en mayo de 1920. «Poco después de este cónclave, Gandhi emprendió una extensa gira para reunir a la gente en torno a la causa turca».

En el libro, ‘The Turkish Question Mustafa Kemal and Mahatma Gandhi’ (La cuestión turca, Mustafa Kema y Mahatma Gandhi), Sinha sostiene que el movimiento de ayuda a Turquía fue también un breve momento de solidaridad y amabilidad comunal entre hindúes y musulmanes en India.

En una carta al virrey británico Lord Chelmsford, Gandhi protestó por el trato que los británicos daban a Turquía y le advirtió que la política de no cooperación se intensificaría después del 1 de agosto de 1920 si aplicaba el Tratado de Sevres, el tratado de paz entre el Imperio otomano y los países aliados de la Primera Guerra Mundial.

Los aliados decidieron hacer caso omiso y obligaron al Imperio Otomano a firmar el tratado el 19 de agosto de 1920, cediendo grandes partes del territorio turco a Francia, Reino Unido, Grecia e Italia y creando también amplias zonas de ocupación dentro del Imperio Otomano.

Ante esto Gandhi y el activista musulmán indio Maulana Mohammad Ali Jouhar hicieron un llamado a la gente para que renunciaran a los títulos que les había conferido el Gobierno y a hacer un boicot a los productos extranjeros. En la edición de junio de 1921 de Young India, un semanario inglés publicado entre 1919 y 1931, Gandhi hizo un llamado a los hindúes para que se unieran al movimiento contra el desmembramiento de Turquía.

«La India no está preparada hoy, pero si queremos estar preparados para frustrar todo complot que pueda tramarse para la destrucción de Turquía o para prolongar nuestra sujeción, debemos asegurar una atmósfera de no violencia ilustrada lo más rápido posible, no la no violencia de los débiles sino la no violencia de los fuertes, que desdeñarían matar pero morirían con gusto por la vindicación de la verdad», escribió.

Según Muhammad Naeem Qureshi, de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, Gandhi dejó claro al virrey británico que él, como hindú, no podía permanecer indiferente a la causa de los musulmanes, que estaban muy dolidos por la indignidad de Turquía. «Sus penas (las de los musulmanes) deben ser nuestras penas», añadió.

Gandhi rechaza retirar la no cooperación

El 23 de noviembre de 1919, en la primera sesión de la Conferencia de Khilafat de India, celebrada en Delhi en presencia de Gandhi, se aprobó una resolución para boicotear las celebraciones de paz y el fin de la Primera Guerra Mundial. Otro resultado significativo de esta reunión fue la formación de la Jamiat-ul-Ulama-i-Hind, un organismo religioso y político de los eruditos religiosos que más tarde desempeñó un importante papel como aliado del Congreso.

Según los registros, cuando el líder derechista Pandit Madan Mohan Malaviya pidió a Gandhi que suspendiera la campaña hasta que otros miembros del Congreso también se sentaran a discutirla, éste lo rechazó. «La no cooperación se había convertido en un deber religioso y no podía esperar a las decisiones del Congreso. En cuestiones de conciencia, la ley de la mayoría no tiene cabida», dijo Gandhi.

Los historiadores creen que este movimiento de ayuda a Turquía dejó una marca indeleble en la política india. Fue el único movimiento pansudasiático al que la gente respondió sin distinción de afiliaciones religiosas y en el que participaron las regiones indias de Punjab, Sind, la Frontera, Bombay, Bengala y Uttar Pradesh.

En una reunión celebrada en la mezquita de Sonapur, en Bombay, en 1919, Gandhi propuso la unidad hindúmusulmana para luchar por que Turquía permaneciera como nación soberana. También pidió a los musulmanes que presentasen su caso ante el mundo con firmeza, sin complejos, pero de forma pacífica.

El 24 de julio de 1923 se firmó el Tratado de Lausana para entera satisfacción del pueblo turco. «Este tratado es un documento que expresa el fracaso final del complot contra Turquía, un complot urdido hace un siglo, un complot que debía haber triunfado con el Tratado de Sevres. Es una victoria diplomática como no se registra en la historia otomana», señaló Mustafa Kemal Ataturk, padre fundador de la República de Turquía.

Según Benazir Banu, académica de la Jamia Millia Islamia, una universidad central con sede en Delhi, el Tratado de Lausana fue el resultado de las famosas espadas turcas respaldadas por el inolvidable apoyo moral de la India que proporcionaba el liderazgo de Gandhi, que en ese momento se encontraba en la prisión británica debido a la agitación turca.

Asesinato y complot

Pero exactamente 24 años después, apenas seis meses después de la independencia de la India, el apóstol de la no violencia y la paz fue asesinado por comunistas hindúes.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, el periodista y escritor Vivek Shukla, que ha escrito extensamente sobre la estancia de Gandhi en Delhi, dijo que solo tres días antes de su asesinato, Gandhi había visitado la dargah, un santuario construido sobre la tumba del santo sufí y turco Khwaja Bakhtiyar Kaki (1173-1235 d.C.), que había sido saqueada.

Miles de musulmanes se habían refugiado en su interior, a la espera de ser trasladados a Pakistán. «(Gandhi) pidió a los musulmanes que se quedaran en la India y solicitó al primer ministro Jawaharlal Nehru que reparara la dargah», afirmó Shukla.

El 30 de enero de 1948, en la reunión de oración en el recinto de Birla House (ahora llamado Gandhi Smriti), una gran mansión de Nueva Delhi, el asesino Nathuram Godse, miembro del partido ultranacionalista hindú Hindu Mahasabha y antiguo miembro de la organización patrocinadora de los nacionalistas hindúes Rashtriya Swayamsevak Sangh, mató a Gandhi de un disparo.

Godse fue capturado por una multitud cercana y entregado a la policía. En total, nueve personas, entre ellas el principal líder nacionalista hindú, Vinayak Damodar Savarkar, fueron detenidas por conspirar para que ocurriera el asesinato. Savarkar fue acusado de ser el cerebro del complot. Irónicamente, fue designado héroe nacional por el actual gobierno dirigido por el primer ministro Narendra Modi. En noviembre de 1949, un tribunal condenó a muerte a Godse y a su cómplice Narayan Apte.

Según el historiador A. G. Noorani, Savarkar fue absuelto simplemente por motivos técnicos. Paradójicamente, un retrato de Savarkar adorna las paredes del Salón Central del Parlamento indio, junto al de Gandhi.

La Comisión del juez Jivanlal Kapur, que investigó la conspiración detrás del asesinato, descubrió que los nacionalistas hindúes estaban furiosos por la oposición de Gandhi a la decisión del Gobierno indio de retener el pago de 550 millones de rupias (USD 7,5 millones) para Pakistán caja en el momento de la partición de los dos países.

Citando a testigos, el informe de la comisión afirmaba que incluso el entonces el gobernador y general Lord Mountbatten también había presionado moralmente a Gandhi para que presionara al gobierno de Nehru para que liberara los pagos a Pakistán, ya que estaba manchando el buen nombre y el honor de la India.

El primer atentado contra la vida de Gandhi se produjo el 20 de enero de 1948, cuando Madanlal Pahwa lanzó una bomba en una reunión donde el líder indio oraba. Pahwa fue detenido en el acto, mientras que tres de sus cómplices escaparon. El incidente fue suficiente para que la Policía descubriera la conspiración y aumentara la protección a Gandhi. Sin embargo, Godse lo asesinó en el mismo lugar el 30 de enero de 1948, mientras se dirigía a la reunión de oración.

Las investigaciones concluyeron posteriormente que Godse era el cómplice de Pahwa cuando había intentado lanzar la bomba que no dio en el blanco contra Gandhi.

Integración de los asesinos de Gandhi

Los historiadores de la India temen ahora que los asesinos de Gandhi, que habían sido despreciados y aislados durante los últimos 70 años y llevados a la marginalidad, sean tratados ahora con beneplácito, se les presenten honores y se integren en la historia de India.

Precisamente, en los últimos años, los movimientos nacionalistas hindúes están intentando dar respetabilidad a Godse, refiriéndose a él como un patriota incomprendido, que hasta ahora era condenado como traidor y terrorista. «El culto a Nathuram Godse ha dejado de ser marginal, para convertirse en la corriente principal», afirma Ramachandra Guha, biógrafo de Gandhi.

Guha teme que, al igual que hace siglos cuando la India expulsó las enseñanzas del budismo por su oposición a la desigualdad social, muchos indios deseen ahora expulsar a Gandhi por sus ideas de armonía interconfesional. «Quizá deberíamos dejar que el resto del mundo se apropie de Gandhi y lo afirme, al igual que han hecho con Buda», escribió en su blog.

 Fuente: Agencia de noticias Anadolu.