Clásico sin ganador y polémica instalada en vibrante 2-2

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Olimpia y Cerro Porteño igualaron en un partido polémico en el Defensores del Chaco con buena cantidad de aficionados en todos los sectores del escenario.

La mayor fiesta del fútbol paraguayo dejó un empate polémico, lleno de suspicacias hacia el arbitraje de Julio Quintana, que de no ser por algunas acciones puntuales, no estaría en el ojo de la tormenta. Provocado por las incidencias de trámite del juego, el colegiado sintió el rigor del campo con los 22 jugadores.

El inicio fue ideal para Cerro, presionó y logró incomodar a la defensa franjeada en los primeros minutos, donde, por el sector izquierdo, de Santiago Arzamendia, encontró huecos para generar situaciones de peligro. Precisamente por ese lado, llega el primer gol del encuentro, tras el forcejeo de Leguizamón y el chico Báez, que logró quedarse con el balón, para ceder a Carrizo que, ejecuta un centro al primer palo de Alfredo Aguilar, donde Matías Villasanti logró fusilar de cabeza al golero, y marcar el 0-1 a los 10 minutos.

Desde el gol, Olimpia demoró en acomodarse dentro del rectángulo. El ciclón imponía su juego a placer, utilizando los problemas del franjeado para rebasar la línea defensiva, de momentos logró inquietar a Juan Pablo Carrizo. El tridente, Ale Silva, Mendieta y Roque se encontró con el buen andar de la zona de atrás de los de Jubero. Si contamos las ocasiones de gol en ambos equipos del primer lapso, son pocas, escasas, casi nulas. No podemos dejar pasar la jugada que terminó en gol, pero que anularon a Jorge Ortega, que partió desde atrás para aplicar el testazo. Si bien existió posición fuera de lugar, fueron de Ortiz, Rolón y Leguizamón, no del “Sicario” en fin, Cerro se quedó con la primera mitad.

La segunda etapa, lo manejó a gusto el blanco y Negro, con un sistema defensivo del azulgrana con ventaja a favor. Garnero lo metió a Tabaré Viudez por Silva, generando mejores sensaciones de peligro. En una jugada confusa, y dos rebotes, le hicieron infracción a Richart Sánchez, cerca del área, ideal para Willi Mendieta, que ni bien ocurrió la falta, se adueñó del balón, no solo del esférico, sino de los flashes y todas las miradas tras terrible tiro libre que fue directo al ángulo izquierdo, del guardameta argentino, 1-1.

Dominante a su estilo, la “O” consiguió el segundo tanto, tras una jugada personal, y un remate inalcanzable de Tabaré Viudez, al palo izquierdo de Carrizo, 62 minutos, 2-1 lo daba vuelta Olimpia.

Cuando parecía que la victoria era local, ya en los minutos finales, como el fantasma del clásico anterior, lo empató Oscar Ruiz de cabeza, tras un tiro libre, desnudando las falencias franjeadas en las pelotas paradas.