La principal provincia argentina discute si tomará la medida en pleno verano para contener el brote, que registró en la región este lunes 2.961 diagnósticos positivos.
El incremento de casos de coronavirus encendió el debate en Argentina sobre si declarar o no el toque de queda en la Provincia de Buenos Aires y en la capital del país.
El martes 5 de enero se reunirán el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con los intendentes de la Costa Atlántica bonaerense para estudiar si es necesario imponer el toque de queda como medida restrictiva para que las personas permanezcan en sus casas.
El relajamiento de las medidas de prevención durante las celebraciones de fin de año, en especial por parte de los jóvenes a quienes se les considera “eventuales propagadores del virus”, ha hecho que las autoridades argentinas evalúen nuevas medidas restrictivas para combatir el incumplimiento de los protocolos, como es el caso de las fiestas clandestinas.
El mismo presidente argentino, Alberto Fernández, explicó en medio de una alocución televisada que “el riesgo de que todo vuelva a paralizarse existe”.
“Más allá de los protocolos que los trabajadores deben tener en las obras, también llamó la atención de todos los argentinos y de los más jóvenes, porque los datos indican que es allí donde está el problema: jóvenes que no advierten el riesgo que se está viviendo. Ellos son vectores de transmisión del contagio”, aseguró Fernández.
El regreso a una cuarentena estricta no parece viable en esta época del año, ya que el verano ha hecho que se reactive el turismo y otros sectores económicos han reportado cifras estables.
Durante las últimas 24 horas el Gobierno argentino reportó 8.222 nuevos casos y 152 muertos. Tan solo en la provincia de Buenos Aires se registraron 2.961 diagnósticos positivos por coronavirus.
Fuente: Agencia de noticias Anadolu.