Madrid.-La intensa tormenta golpea especialmente en las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y Almería. Hay graves inundaciones y cientos de evacuados. Estado de emergencia.
El intenso temporal de lluvias que mantiene en alerta las costas españolas del Mediterráneo provocó, hasta el mediodía (hora local) de este jueves, la muerte de dos personas, la evacuación de cientos de vecinos, el desborde de ríos, el cierre de puertos, la destrucción de ramblas y la interrupción del tránsito ferroviario.
Las provincias más castigadas por el fenómeno atmosférico que se conoce como la “gota fría” son las del Levante. Valencia, Alicante, Murcia y Almería son las que más están padeciendo el efecto devastador de la “gota fría”, que se produce cuando una masa de aire frío se separa de otra más grande a gran altura y desciende hasta chocar con aire más templado.
Las consecuencias de este fenómeno, que suele castigar al Levante, aunque en otoño y nunca con tanta intensidad, generan perturbaciones meteorológicas que plantean escenarios catástrofe como los que se están viviendo este jueves en las costas españolas. Según expertos, son las lluvias más violentas del último siglo.
La Guardia Civil confirmó que los cuerpos de un matrimonio de 70 años fueron hallados en el interior de un coche que volcó en una zona inundada del camino de Fuente la Higuera, en Caudete, Albacete. Ante este panorama, el gobierno de Castilla-la Mancha activó el mayor nivel de emergencia del Plan Específico ante el Riesgo por Fenómenos Meteorológicos Adversos en la provincia de Albacete.
En la localidad valenciana de Ontinyent, en tan sólo veinticuatro horas, han caído hasta 250 litros por metro cuadrado y el desbordamiento del río Clariano inundó casas y locales y obligó a evacuar a los vecinos que fueron trasladados al polideportivo de la ciudad. Los accesos a Ontinyent están bloqueados.
En la Comunidad valenciana, más de 250 mil alumnos no pudieron ir a clase y en la región de Murcia, más de 160 chicos se quedaron en casa ante el riesgo que implica salir a la calle en medio del temporal.
Las lluvias afectaron el normal funcionamiento de la red ferroviaria a nivel local y también suspendió los servicios de larga distancia. Un tren que recorría la ruta Alicante-Barcelona debió detenerse y sus pasajeros fueron trasladados por carretera hasta Valencia.
El ferry Pinar del Río, encallado hace más de un mes en la costa de Dénia, en Alicante, cuando los vientos infernales lo arrastraron a chocarse contra las rocas de la costa, se está hundiendo.
Aún se esperan vientos violentos y lluvias torrenciales de hasta 90 litros por metro cuadrado en menos de una hora. En la costa, los vientos podrían superar los 100 kilómetros por hora y se pronostican olas que alcanzarían más de cuatro metros de altura. Según la Agencia Estatal de Meteorología, la intensidad del temporal empezará a disminuir a partir del viernes. Protección Civil continúa alertando, puerta por puerta, a los vecinos.