Tras las reñidas elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020, Joe Biden se juramentó este miércoles y comenzó oficialmente su mandato como el 46º presidente de Estados Unidos.
La ceremonia de investidura del demócrata Joe Biden fue una de las más singulares en la historia de Estados Unidos ya que no contó con la presencia del saliente presidente, Donald Trump, y se llevó a cabo a la sombra de la pandemia del coronavirus y del reciente asalto al Capitolio.
Las atípicas medidas de seguridad tomadas en Washington, especialmente luego de las fuertes críticas provocadas por los errores de seguridad cometidos durante la redada al edificio del Congreso, atrajeron la atención no solo del público estadounidense, sino del mundo entero.
La ceremonia se llevó a cabo de acuerdo con las medidas de la COVID-19
La toma de posesión de Biden se llevó a cabo en un escenario gigante instalado en el ala oeste del Capitolio, teniendo en cuenta las precauciones contra la COVID-19.
En circunstancias normales, el Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias de Investidura invita a un promedio de 200.000 personas a estas ceremonias. Sin embargo, debido a la pandemia, limitó este número a aproximadamente mil personas este año. Casi todos los invitados fueron miembros del Congreso, a quienes solo se les permitió llevar un acompañante.
Diferentes artistas, incluida Jennifer López, cantaron durante el evento, que comenzó a las 10:00 a.m., hora local.
Lady Gaga cantó el himno nacional del país a alrededor de las 11:30 a.m., para luego dar paso al juramento y posesión de la primera vicepresidente del país, Kamala Harris.
Y antes de las 12:00 p.m. Biden se convirtió oficialmente en el 46º presidente de Estados Unidos, al hacer su juramento sobre la Biblia. Luego pronunció un discurso centrado principalmente en la unidad nacional y en la lucha contra la pandemia.
Después de la ceremonia de inauguración, Biden y Harris se trasladaron a la otra ala del edificio del Congreso, saludaron a los soldados como lo requiere la tradición y dejaron una ofrenda floral en la Tumba del soldado desconocido, ubicada en el Cementerio Nacional de Arlington. Luego, Biden se trasladó a la Casa Blanca, donde comenzó su mandato al sentarse en el escritorio de la Oficina Oval.
El tradicional desfile y el baile inaugural que se lleva a cabo en la Casa Blanca en la noche de la ceremonia de investidura fueron cancelados en el marco de las medidas contra la pandemia.
Trump dejó la Casa Blanca antes de la ceremonia
Uno de los elementos más inusuales de la toma de posesión presidencial de este año fue que Trump no asistió a la ceremonia y no le dio la bienvenida a Biden a su llegada a la Casa Blanca.
Trump, quien se enfrenta a un proceso de juicio político debido al asalto al Capitolio del 6 de enero, declaró días atrás que no asistiría a la ceremonia de investidura.
Normalmente, los presidentes saliente y entrante viajan juntos al edificio del Capitolio para participar en la ceremonia de posesión presidencial en una exhibición que representa la transferencia pacífica de poder de Estados Unidos.
La tradición ha estado vigente «con pocas excepciones» desde 1837, según el Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias de Investidura.
Un total de 25.000 efectivos de la Guardia Nacional estuvieron presentes
Tras el incidente del 6 de enero en el Congreso, el Ejército de EEUU anunció que aumentó de 8.500 a 25.000 los efectivos de la Guardia Nacional en Washington.
El comandante de la Guardia Nacional, general Daniel Hokanson, anunció que los soldados que sirvieron en la capital estaban totalmente equipados y armados.
Cabe señalar que el número de efectivos de la Guardia Nacional en Washington era cinco veces mayor que el número de tropas estadounidenses en Afganistán e Irak antes del proceso de retirada anunciado por el Pentágono la semana pasada.
En eventos y ceremonias previas la Guardia Nacional hacía presencia sin armas pesadas, por lo que la decisión de equiparlos evidenció que la preocupación con respecto a la seguridad era extrema.
Medidas extremas de seguridad en toda la ciudad
Las medidas de seguridad se incrementaron gradualmente en Washington. Se colocó una barrera fija de acero de dos metros de altura alrededor del Capitolio y se desplegaron soldados y vehículos policiales en muchas calles de la ciudad.
Las reservas en hoteles y los alquileres en la plataforma Airbnb en la capital fueron suspendidos y se cancelaron las reservas realizadas anteriormente.
Adicionalmente, muchas calles alrededor del Capitolio fueron cerradas y se instalaron puestos de control en diferentes puntos de la capital.
Fuente: Agencia de noticias Anadolu.