Los gritos y abucheos de los espectadores de la ópera ‘Un ballo in maschera’ acabaron con la cancelación de la función en el Teatro Real de Madrid. Quejas por la falta de distancia de seguridad en la parte más económica del coliseo, cuya organización iniciará una investigación para esclarecer el asunto.
Domingo 20 de septiembre. Son las 19:00 y centenares de personas empiezan a arremolinarse en los alrededores del Teatro Real. Por turnos, los espectadores van entrando a través de los accesos que dan a la Plaza de Oriente y las calles Carlos III y Felipe V. Lo hacen poco a poco, como marca el protocolo de seguridad del coliseo madrileño contra el coronavirus. El objetivo es que todo el mundo pueda estar en sus asientos antes de las 20:00, hora de inicio de la obra, para disfrutar de una agradable velada. No fue el caso.
Los abucheos continuaron durante veinte minutos hasta que la organización comunicó por megafonía que recolocarían a los protestantes y quien no estuviese de acuerdo con su nuevo asiento tendría la opción de devolver la entrada. Según el comunicado publicado por el Teatro Real, la mayoría aceptó las condiciones del Teatro Real. Pero, un grupo de espectadores decidió seguir gritando ante la mirada de asombro del resto de espectadores e intérpretes.
Ante los incidentes, el Teatro Real ha decidido abrir una investigación para «averiguar esta lamentable incidencia y tomar las medidas necesarias para que las sucesivas funciones se desarrollen con normalidad».
Medidas insuficientes para algunos de los asistentes a la segunda función de Un ballo in maschera, ópera que abre la temporada 2020-2021 del Teatro Real. Obra que, sin ser vista, muchos tardarán en olvidar.