JERUSALÉN (Sputnik) — El Gobierno de Israel ordenó el cierre de bares, gimnasios, clubes, lugares culturales y salas de eventos con el fin de combatir la segunda ola del coronavirus.
El primer ministro Benjamín Netanyahu admitió que el país se halla «a un paso del cierre completo» después de haber superado relativamente bien la primera ola de la pandemia.
Los lugares de culto podrán acoger hasta 19 personas, en lugar de las 50 permitidas hasta ahora, y ninguna concentración en lugares cerrados podrá estar por encima de las 20 personas. Las concentraciones en espacios abiertos no podrán superar las 30 personas.
Las medidas adoptadas, que constituyen una marcha atrás desde la reapertura económica aprobada en mayo, también incluyen restricciones para el movimiento en el sistema de transporte público y limitaciones en relación con los restaurantes.
El Gobierno pidió al Ministerio de Finanzas que en el plazo de 48 horas presente un plan para compensar a los sectores afectados por las nuevas regulaciones.
Todas las actuaciones culturales se han suspendido mientras que los eventos deportivos podrán continuar pero a puerta cerrada.
Los campos de verano de los estudiantes también quedan en suspenso con excepción de los previstos para niños de primer a cuarto grado.
Los autobuses solo podrán transportar a 20 pasajeros a la vez, sin aire acondicionado y con las ventanillas abiertas.
Las escuelas rabínicas continuarán funcionando debido a la presión ejercida por los partidos políticos ultraortodoxos, que amenazaron con salir del Gobierno si se cerraban.
El líder de la oposición, Yair Lapid, criticó con dureza al Gobierno hablando del «humillante fracaso nacional» que representa el rebrote de la pandemia.
«Somos el único país del mundo que está menos preparado para la segunda ola que para la primera. Netanyahu ha fracasado», proclamó Lapid en un comunicado.