RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Los enfermeros y enfermeras de Brasil afrontan la fase más grave de la pandemia del nuevo coronavirus temerosos por la falta de equipamientos de protección individual, que hace que el número de contagios entre el personal sanitario sea especialmente alto, explica a Sputnik el técnico de enfermería Douglas Cardoso.
Douglas trabaja en un hospital público de Sao Paulo (sureste), la ciudad con más casos del COVID-19 en el país y asegura que la situación ya empieza a ser alarmante.
Este técnico de enfermería augura un «colapso» en el sistema público de salud si la tendencia de aumento de casos sigue como hasta ahora, dado que los pacientes evolucionan muy rápido hacia un cuadro grave, y advierte de que cada vez falta más personal sanitario para atenderlos, ya que el virus golpea especialmente a estos trabajadores.
Cardoso asegura que él y sus compañeros sí cuentan con los llamados equipamientos de protección individual (EPIs), pero que los dosifican y los usan más horas de las que deberían porque empiezan a escasear.
De todas formas, apunta que la precariedad de los materiales puede ser un problema.
En opinión de este técnico de enfermería, las autoridades deberían reforzar las medidas de aislamiento social para frenar los contagios y desahogar los hospitales, que en muchos casos ya tienen sus unidades de cuidados intensivos con una ocupación por encima del 90%.
Sao Paulo es el estado brasileño más afectado por la pandemia, con 3.206 muertos y más de 40.000 contagiados, y a medida que pasan los días toma fuerza la posibilidad de que se decrete el llamado lockdown, el cierre total de la actividad económica.
En todo Brasil ya fallecieron 9.146 personas y hay más de 135.000 casos confirmados de COVID-19, según los datos más recientes del ministerio de Salud, del 7 de mayo.