Unos diez guacamayos azul-amarillos, provenientes de la provincia de Santa Fe, Argentina, fueron ingresados al recientemente habilitado cuarentenario del Centro de Investigación de Animales Silvestres (CIASI) de Itaipú, ubicado en Hernandarias. Se trata de una especie en peligro de extinción en nuestro país.
Las aves (cinco parejas sexadas por ADN y conformadas en bandada) fueron donadas por el Centro de Rescate “Granja La Esmeralda”, dependiente del Ministerio de la Producción de Santa Fe, con el fin de reproducirlos en el CIASI y preservar su especie.
El guacamayo azul-amarillo, también conocido en nuestro país como gua’a sa’yju o gua’a canindé, es una especie de ave psittaciforme de la familia de los loros, propia de Sudamérica. En nuestro país, el departamento Canindeyú lleva su nombre por esta especie.
Tras viajar más de 1.000 kilómetros, los ejemplares llegaron al Centro Ambiental y fueron ingresados al cuarentenario. Allí permanecerán por aproximadamente 45 días para, posteriormente, ser incluidos al plantel de animales del parque faunístico y formar parte de un proyecto de conservación llamado Proyecto Canindeyú, explicó Diana Pésole, veterinaria del CIASI.
“Hace más de seis meses que estamos con los trámites, para que vengan animales de afuera del país. A pesar de las vicisitudes propias de la importación de animales silvestres, logramos que las aves llegaran bien”, celebró la profesional.
Por su parte, Antonio Sciabarrasi, veterinario del área de Aves de Granja La Esmeralda, sostuvo que los guacamayos azul-amarillos son una especie que no se distribuye en Argentina e incluso está extinta en algunas regiones de Sudamérica.
“Con esa premisa, surgió un proyecto binacional entre Itaipú y nosotros (Granja La Esmeralda). La idea básicamente es reintroducir en un mediano o largo plazo a esta especie en Canindeyú. Este proyecto tiene dos partes, una en Paraguay y otra en Argentina. En Argentina somos varias personas que nos dedicamos a reacondicionar a estos animales, para donarlos a este proyecto”, dijo.
Mencionó – entre otros puntos – que los animales son producto de nacimientos en cautiverio en La Esmeralda, del tráfico ilegal y del cierre de zoológicos en Argentina.
“Con esta especie buscamos básicamente tratar de identificar individuos potenciales para que puedan ya sea reproducirse en Paraguay y, o ellos o sus hijos poder volver a la naturaleza. Para nosotros es exótico, pero tenemos buenos índices reproductivos, por ende, queremos aportar donando individuos a la conservación”, concluyó Sciabarrasi.