Asunción celebra 487 aniversario de Fundación y cuenta con una rica historia

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Nuestra capital, que hoy celebra su 487º aniversario de fundación, es una ciudad con una historia rica y fascinante. Desde sus primeros días, ha sido testigo de eventos que no solo han dado forma a la nación paraguaya, sino que también han influido en gran parte del Cono Sur de América. A continuación, te presentamos siete curiosidades históricas que revelan algunos de los episodios más intrigantes de esta antigua y emblemática ciudad.

1. Entierros junto a las iglesias

Durante un tiempo, los terrenos alrededor de la iglesia de la Encarnación sirvieron como cementerios para adultos y niños, en línea con la tradición de enterrar a los muertos en «tierra sagrada». Esta práctica cesó en 1842 cuando Carlos Antonio López inauguró el cementerio de la Recoleta. Entre los últimos personajes ilustres enterrados en este lugar figuran el dictador José Gaspar Rodríguez de Francia y el presidente Juan Bautista, asesinado en 1877.

2. El saqueo de la ciudad

En enero de 1869, las tropas aliadas tomaron Asunción y comenzaron a saquear la capital. Al caer la noche del 1 de enero, unos 1,700 soldados brasileños llegaron a la desolada Asunción y ocuparon los edificios públicos. Las casas, lujosamente decoradas con objetos de arte, pianos, y mobiliario fino, fueron despojadas de sus bienes.

El 5 de enero, embarcaciones no militares comenzaron a trasladar río abajo los frutos del saqueo, llevándose maquinarias, muebles, y cualquier objeto de valor. Durante esos días, al anochecer, incendios devastaron casas cercanas al puerto. Los soldados brasileños exploraron la ciudad en busca de tesoros ocultos, excavando y destruyendo paredes, y dejando inscripciones obscenas en las casas que no demolieron.

La devastación continuó en los cementerios de la Encarnación y de la Recoleta, donde los cuerpos fueron exhumados y despojados de cualquier objeto de valor. Asunción, que no había sido escenario de una batalla significativa, quedó arrasada.

3. El cementerio trasladado

El parque Carlos Antonio López, en el barrio Sajonia, ocupa el sitio que fue el cementerio Mangrullo durante la fase final de la Guerra de la Triple Alianza. Inaugurado por el ejército brasileño el 5 de enero de 1869 para enterrar a sus muertos, este cementerio también fue utilizado posteriormente por la población civil paraguaya. A pesar de estar en las afueras de la ciudad en ese momento, se convirtió en un lugar de descanso final para muchos hasta su clausura en 1918.

Aunque clausurado oficialmente, el cementerio siguió recibiendo entierros clandestinos, lo que incluso llevó a que figuras como el parricida de Villa Morra, Gastón Gadin, fueran sepultadas allí. En la década de 1960, durante la construcción de un reservorio de agua en el parque, se descubrieron restos de uniformes y objetos bélicos que los niños del barrio recogieron sin saber su valor histórico.

Lugar de ejecuciones

El patio de la antigua cárcel pública, ubicado donde hoy se encuentran el Colegio de la Providencia y parte de la Universidad Católica, fue testigo de numerosas ejecuciones, incluyendo la última pena de muerte llevada a cabo en Paraguay, cuando Gastón Gadín y Cipriano León fueron fusilados.

5. La plaza como mercado

En un artículo publicado por la historiadora Milda Rivarola, se relata que el Mercado Guazú, que funcionaba desde 1768 en la actual Plaza de los Héroes, fue un animado centro de comercio hasta principios del siglo XX. Descripciones de viajeros europeos lo retratan como un vibrante espectáculo en el corazón de Asunción:

«Bajo la dictadura de Francia, los hermanos Robertson dejaron uno de los primeros testimonios de la bulliciosa actividad matinal. ‘La más curiosa, interesante y peculiar escena que se présenla en Asunción a los ojos extranjeros es la del Mercado, que se sitúa en una gran plaza cuadrángulas (…) Desde todas las calles que convergen a la plaza venían centenares de mujeres, vestidas sin excepción de blanco. Algunas traían en la cabeza tarros de miel; otras, mandioca, o algodón sin tejer. Había quienes cargaban con velas, dulces, flores, jarros de bebidas alcohólicas, pasteles y frituras calientes o frías, cebollas, pimientos, ajos y maíz.

Algunas llevaban recipientes de sal a la cabeza, otras portaban grandes haces de tabaco y manojos de cigarros.

 

Aquí se acercaba una, sobre un asno cuyas árganas iban cargadas de huevos y gallinas, por allá otra, trayendo por el mismo medio melones y sandías, higos o naranjas, para la venta. Muchas cargaban caña de azúcar, ya pelada y cortada en trozos pequeños, listos para ser consumidos. Llegaban luego las carretas de los carniceros, con grandes trozos de carne sin clasificar, de animales carneados de cualquier modo, colgando de los carros cubiertos de paja (…). Después de los grupos citados, venían los indios payaguaes, robustos y atléticos, con pescados colgando de largos remos que portaban al hombro. Los seguían otros indígenas, con manojos de chalas traídos desde el Chaco para pienso de los caballos de Asunción. Cuando lodos estos grupos – que sumaban, creo, unas quinientas personas – se congregaban en la plaza del mercado, empezaban a ubicarse en Tilas paralelas, dejando sólo el espacio suficiente para que los compradores transiten entre ellos’».

 

En Placeras y Mercaderas: La versión europea de la vida cotidiana en la antigua Asunción de Milda Rivarola.

6. El nombre original de la ciudad

La ciudad de Asunción originalmente se llamó «Puerto y Casa Fuerte de Nuestra Señora Santa María de la Asunción», aunque los habitantes locales la conocían como Paragua’y, en referencia al río principal.

También es conocida como la «Madre de Ciudades» debido a su papel central en la fundación de otras ciudades importantes en la región, como Buenos Aires, Corrientes y Santa Cruz de la Sierra.

7. Volcanes extintos en la ciudad

El Cerro Lambaré y el Cerro Tacumbú fueron en su día volcanes activos en Paraguay. Aunque sus erupciones no fueron explosivas, estos volcanes emitieron lava que hoy en día forma parte de las piedras utilizadas en los empedrados de la ciudad. El volcán de Tacumbú dejó de emitir lava hace unos 45 millones de años, mientras que el de Lambaré lo hizo hace 65 millones de años. Según expertos, no hay ninguna posibilidad de que estos volcanes vuelvan a activarse.

¿Qué dicen los historiadores?

El historiador Claudio Velázquez ofreció una visión detallada en una reciente entrevista con nuestro medio, abordando el impacto de eventos históricos en la ciudad y la importancia de preservar su patrimonio cultural.

Velázquez comentó sobre el período previo a la Guerra de la Triple Alianza, cuando Asunción estaba en un proceso de expansión significativa: «La ciudad estaba en un momento crucial de crecimiento, con proyectos arquitectónicos destacados como el Palacio de los López y el futuro Teatro Nacional. Estos planes prometían un florecimiento cultural y urbano». Sin embargo, el conflicto provocó un retroceso significativo, como explicó el historiador: «La guerra trajo consigo saqueos y ocupaciones que afectaron gravemente el desarrollo de Asunción».

Velázquez subrayó que, a pesar de estos contratiempos, parte del patrimonio cultural de Asunción ha perdurado. «Es cierto que la ciudad ha logrado conservar algunos elementos valiosos de su patrimonio. Sin embargo, la preservación enfrenta desafíos continuos», señaló Velázquez. Destacó que políticas de construcción modernas han priorizado el desarrollo sobre la conservación, resultando en la demolición de edificios históricos importantes como la Casa de los Gobernadores y la casa de Francisco Solano López.

Un rol clave en la región del Río de la Plata

Velázquez destacó la importancia de Asunción en la región: «La ciudad no solo fue fundamental para la expansión hacia el interior del continente, sino que también jugó un papel crucial en la fundación de otras ciudades importantes como Santa Cruz, Córdoba y Santa Fe, así como en la refundación de Buenos Aires». Explicó que Asunción fue el epicentro de una red regional de ciudades que moldearon la historia de la región.

El historiador también abordó la interacción entre los conquistadores y los pueblos indígenas. «A pesar de los desafíos iniciales debido a la hostilidad de algunos grupos indígenas, los conquistadores encontraron en los carios una comunidad menos agresiva con la que establecieron relaciones y alianzas», dijo Velázquez. Estas relaciones se consolidaron a través de matrimonios entre líderes indígenas y conquistadores, lo que contribuyó a una población mestiza significativa. «La unión entre los conquistadores y los indígenas ayudó a establecer una población mestiza considerable en los primeros años de Asunción», explicó.

«La reflexión sobre el pasado y la gestión del presente son cruciales para mantener la identidad histórica de la ciudad en un entorno de constante cambio», concluyó Velázquez.

Fuente: Portal de noticias de la Agencia IP.